sábado, 8 de enero de 2011

100 por 100 Hecho de basura



www.Tu.tv


Subo aquí este interesante video sobre el reciclaje y el concepto "cradle to cradle" (que la basura se convierta en alimento como ocurre de forma natural en toda la naturaleza).

El arquitecto americano William MacDonough junto con el químico alemán Michael Braungart, antiguo activista de GreenPeace, se unen para llevar a cabo juntos proyectos donde los materiales utilizados sean biodegradables y no constituyan un problema para el medioambiente al final de su vida útil.

Proyectos tan importantes como las zapatillas Nike reciclables, la Fábrica Herman Miller de mobiliario, la renovación del centro de producción en el Rio Rojo en Detroit de la Ford o las viviendas rurales experimentales de China, son algunos de los trabajos presentados en este video.

lunes, 12 de octubre de 2009

João Filgueiras Lima (Lelé)

Bueno, no podía continuar este blog sin hablar de un arquitecto que, aunque no conocí hasta el año pasado en el Curso de Industrialización de la UPM, me sorprendió enormemente y creo que debería servir de ejemplo a arquitectos de todo el mundo.

João Filgueiras Lima, conocido como Lelé por su afición a un futbolista de los años 40, es un utópico en un contexto de difícil resolución de los sueños, Brasil, es un gran desconocido dentro y fuera de su país, quizás por su gran timidez, la cual le hace huir siempre de los medios de comunición. Pero es uno de esos arquitectos que te reconcilian con la profesión de arquitecto y llenan de ilusión tu mesa de trabajo cuando las fuerzas flaquean ante la frivolidad de las modas que asolan actualmente la disciplina.

En unos años, los 50, de gran euforia económica en Brasil y en los cuales prácticamente toda la sociedad se involucró en avanzar y desarrollar el país, un joven arquitecto, Lelé, que según cuenta, no sabía qué hacer con su vida, se alista en 1957 para ir a trabajar en la construcción de Brasilia, donde conocerá a Oscar Niemeyer con quien trabajará estrechamente. La construcción de la nueva capital en el interior de la selva amazónica, debía realizarse rápidamente, por ello, en esas experiencias iniciales, Lelé tiene sus primeros contactos con la urgencia de desarrollar soluciones técnicas que atiendan a la construcción rápida y es así como se empieza a interesar por la preindustrialización de la arquitectura.

Tras la experiencia de Brasilia, decide viajar a Europa y se interesa enormemente por las tecnologías de prefabricados de hormigón que se estaban desarrollando en los países del Este. En 1962 Niemeyer le invita a coordinar el Centro de Planificación de la Universidad de Brasilia, y es allí donde introduce dichas tecnologías de prefabricadas en Brasil. Pero con el golpe militar del año 1964 todo esto se ve interrumpido y comienza una época de grandes necesidades y escasos recursos.


En este tiempo Filgueiras insistió en la industrialización de la construcción desde la carestía, ideó la Fábrica Abadiânia, en el interior del Estado de Goiás, una fábrica que construía escuelas en madera desmontables para las zonas rurales y de Favelas. Era una mezcla de estructura de chapas de acero, madera y componentes de sellado, piso y cubierta de argamasa armada. Se trataba de arquitectura de autoconstrucción para que la industrialización no diera lugar al desempleo. Las ideaba de tal forma que fuese la propia gente del lugar quienes las construyesen, las piezas eran pequeñas para que pudiesen ser trasportadas fácilmente y sin necesidad de grúas por dos personas, desarrolló sus propios manuales de construcción y enseñó construcción y, sobre todo, organización en lugares donde la mayoría no sabían leer ni escribir. Se convirtió en alguien muy querido desde entonces, siendo conocido como Dr. Lelé.

En 1978 se instala en Salvador de Bahía y crea la crea la Compañía de Renovación Urbana - Renurb, con el objetivo de implantar un sistema eficiente de transporte en la ciudad. Crea diversos equipamientos urbanos en la ciudad: sistemas de drenaje, escaleras, puestos policiales, quioscos y servicios. Es entonces cuando desarrolla en profundidad la tecnología de la argamasa armada. Ésta, a diferencia del hormigón armado, tiene cementos más ricos y estructuras de hierro de menor dimensión, permitiendo dimensiones de tan sólo 2 cm de espesor en la pieza final, lo que facilita no sólo la producción, sino también el montaje por los obreros de las piezas, ya que los componentes se pueden manejar sin la necesidad de una grúa.





Después de 1982 ese proyecto adquiere fuerza y se irradia hacia otros campos de la industrialización de componentes urbanos, con la inauguración de la Fábrica de Equipamientos Comunitarios de Salvador - Faec.


De esa experiencia de implantación de un sistema fabril de producción para componentes urbanos, Lelé crea, entre 1984 y 1986, la "fábrica de escuelas" en Río de Janeiro, esta vez ya de argamasa armada, ya que observó que ésta resultaba más barata y limpia que la madera.

Es el proyecto de los Centros Integrados de Educación Pública – Cieps, que recibe la colaboración de Niemeyer y se presenta al Ministerio de Educación como piloto de un sistema en ámbito federal, el de los Centros Integrados de Apoyo al Niño – Ciacs, que en 1990 prevé la construcción de 5 mil escuelas en Brasil.


Pero su obra alcanza la madurez técnica y simbólica con la creación en 1980 de la Fábrica CTRS, para la Red Sarah Kubitschek de hospitales para enfermedades del aparato locomotor. Aquí Lelé no solo aplica los sistemas de prefabricación a todas las etapas del edificio, con lo cual la construcción es mucho más rápida y menos costosa, sino que consigue un confort interior introduciendo la vegetación en la arquitectura, una calidad espacial y una ventilación natural de los interiores, que inciden mucho en el proceso de recuperación de los pacientes.

Así establece una guía de principios que estructuran todos los edificios de la red:

  • flexibilidad y extensibilidad de la construcción
  • creación de espacios verdes como un desahogo visual
  • estandarización de elementos constructivos
  • iluminación natural
  • confort térmico de los ambientes por medio de sistemas naturales de ventilación

La fábrica CTRS, auténtica fábrica de vanguardia, tiene una capacidad productiva enorme y es tremendamente eficaz debido a su diseño y organización basada en el trabajo en equipo y la integración de las distintas disciplinas y actores involucrados. Técnicos diseñadores trabajan conjuntamente con los sistemas de producción de componentes y los constructores y en continuo contacto con pacientes, médicos y enfermeros.

Además, en la fábrica se diseña y se fabrica también el equipamiento quirúrgico necesario en lugar de importarlo y para poder así promover el desarrollo tecnológico local: se fabrican las camillas, las piscinas, el mobiliario e incluso las cámaras estériles de los quirófanos.

En la fábrica CTRS, Lelé utiliza el sistema “ordware” (que diría Julian Salas) el sistema del orden y de la racionalidad frente al sistema del “hardware” o del “software” que utiliza el primer mundo, quizás por ello, estas obras no entran dentro del mercado de las revistas especializadas de diseño y Lelé no recibe el reconocimiento mundial que se merece, sin embargo, la fábrica CTRS es una industria capaz de dar más y mejor por menos, sin renunciar a unas altas cotas de diseño.

domingo, 10 de mayo de 2009

Le Corbusier, el arquitecto más utópico.

"...puesto que cada hombre posee la Tierra y cada ciudadano su país, con el mismo derecho que todos los demás hombres y ciudadanos, no hay más política humana y nacional que la que ambiciona facilitar al hombre el ejercicio de esta igualdad..." Discurso preliminar de La Carta de Atenas, 1933



No se podría empezar arquitopías sin hacerlo, por supuesto, por Le Corbusier, el arquitecto más utópico y a la vez más influyente del siglo XX. A Charles-Éduard Jeanneret, también Le Corbusier, se le debe la formulación teórica de los principios arquitectónicos y urbanos del movimiento moderno o estilo internacional, dada la rapidez y amplitud con que se impuso por todo el planeta la nueva construcción. Movimiento que, para bien o para mal, ha configurado durante el siglo XX la imagen actual de todas las ciudades de cualquier parte del mundo.


Desde 1914 Le Corbusier desarrolló, para reconstruir una Flandes destruida por las batallas de la I Guerra Muncial el sistema domino. Se trataba de un proyecto de fabricación de casas en serie que mediante la estandarización de los elementos permitía realizar en pocas semanas toda una estructura de hormigón. Ideó además un sistema en el que la estructura, hasta entonces realizada mediante muros de carga, era realizada mediante pilotis, pilares que sujetaban los forjados de cada planta y las escaleras, quedando dicha estructura completamente independizada de la distribución de la vivienda y permitiendo así la planta libre. Ahora esto puede parecer muy normal, pero fue algo que cambió radicalmente la forma de construir y concebir los edificios.

Aunque el proyecto no se realizó, Le Corbusier formuló por primera vez de manera consecuente los conceptos de racionalidad y funcionalidad de la arquitectura moderna. Racionalidad de formas, es decir, eliminando en los edificios toda decoración superflua y representativa y funcionalidad de formas, siguiendo el principio que formuló anteriormente L. H. Sullivan "La forma sigue a la función", se pensaba en la función del edificio para darle su configuración formal y rentabilizar al máximo, como en los edificios industriales, su construcción.


Además, el sistema domino fue el pistoletazo de salida para toda una serie de construcción de colonias de casas baratas que se realizaron ante la necesidad urgente de resolver el problema de la vivienda en la postguerra, introduciendo por primera vez en los métodos de construcción un claro componente social.


La construcción mediante pilotis permitía liberar a la fachada del edificio de su función portante y abrir huecos enormes de luz, esto es lo que revolucionó totalmente la arquitectura y permitió crear, a partir de entonces, viviendas luminosas y soleadas. Esta es, según mi parecer, la mayor cualidad de la arquitectura moderna frente a toda la arquitectura anterior, ya que "...donde no entra el sol, se instala la tuberculosis..." escribían los arquitectos modernos en la Carta de Atenas de 1933, y aún hoy, podemos apreciar este problema en todas las viviendas de edificios entre medianeras y patios de vecindad que quedan en el interior de los cascos antiguos de nuestras ciudades y que eran las únicas que hasta entonces existían. Viviendas oscuras, frías e insalubres en muchos casos.


Perseberante siempre, Le Corbusier organizó junto con Siegfried Giedion en 1928 el primer CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna) que pondría anualmente un foro de discusión a disposición de los arquitectos modernos. Este congreso se celebró en 10 ocasiones hasta 1956 y en cada una se centraron en diversos temas de relevancia social y arquitectónica. En el segundo congreso de 1929, ante las condiciones insalubres de las viviendas existentes y la extremada carencia de las mismas, se ocuparon en definir el concepto de la vivienda mínima existencial, con el fin de poder dotar de una vivienda digna a toda la población, incluso a las clases sociales más bajas. De esta forma, basándose en la sociología de la época, en observaciones estadísticas y en teorías higienistas, se establecieron cuáles eran las dimensiones mínimas que debería tener una vivienda, fuese quien fuese el usuario o fuera cual fuera el país, ya que ante todo se basaban en el principio de igualdad entre los hombres e igualdad en sus necesidades básicas. De aquí viene, por ejemplo, el interés de Le Corbusier por estudiar las dimensiones que deben tener todas las cosas y patentará en 1947 el Modulor, que pretende ser una gama de dimensiones armónicas a la escala humana, aplicable universalmente a la arquitectura y a la mecánica.


En un mundo atormentado, donde se estaban poniendo en duda las mimas reglas de la convivencia humana, se realiza en 1933 el IV CIAM, por problemas con los patrocinadores, no pudo celebrarse en Moscú y se hizo a bordo de un barco que iba de Marsella a Atenas. El tema abordado en él es el de la Ciudad. Pero el planteamiento de las discusiones no es el de una ciudad que funcione mejor, sino una ciudad que funcione para todos y reparta equitativamente entre sus ciudadanos los beneficios de las posibles mejoras. Se examinan en el Congreso 33 casos de ciudades, pero esta vez no se publica ningún informe oficial. Sólo en 1941, se edita en París un documento anónimo(redactado por Le Corbusier utilizando en el prefacio el seudonimo de Jean Giraudoux), es La Carta de Atenas, donde se formulan teóricamente las ideas que deben regir la nueva urbanística:
  • La vivienda debe tener primacía sobre el resto de los usos.
  • En la situación de la vivienda dentro de la ciudad primará la higiene.
  • La relación vivienda/superficie la determinan las características del terreno en función del soleamiento.
  • Se debe prohibir la disposición de viviendas a lo largo de vías de comunicación.
  • La solución son las viviendas en altura situadas a una distancia entre ellas que permite la construcción de grandes superficies verdes entre medias (tapiz verde).
  • Se establece la separación funcional de los lugares de residencia, ocio y trabajo.

Por otra parte es ésta una urbanística que no puede reducirse a mejoras técnicas, sino que debe constituir una verdadera alternativa, que exige ante todo una inspiración política distinta. Se enuncia así la creación de ciudad, el urbanismo, como función pública, no subordinada a los intereses particulares y privados sino al interés común. Y es ésto precisamente, creo yo, lo que hace de Le Corbusier un pionero, alguien que creyó siempre en la utopía, creyó que a través de la arquitectura se podía cambiar el mundo y por ello emprendió cada proceso de diseño siempre con esos fines utópicos. Destacó así, el aspecto social que debe siempre tener la arquitectura y el urbanismo y que sin embargo, en muchas ocasiones se olvida.

El contenido de la propuesta urbanística de la Carta de Atenas es, a mi entender, una de las mayores contribuciones que ha hecho el Movimiento Moderno al urbanismo y, aunque se ha querido después proclamar como totalmente fracasado, hay que admitir que tenía algunos fallos esenciales como la separación funcional de las zonas de residencia, ocio y trabajo, lo que deriva en el excesivo consumo de suelo, la infrautilización del mismo en ciertas horas del día y la excesiva dependencia del automovil. Pero muchos de los penosos resultados que se han producido en las periferias de nuestras ciudades, se deben más bien a haber infringido el espíritu intrínseco de la Carta de Atenas y haber atendido a fines puramente especulativos. Aunque se haya dicho que el Movimiento Moderno está obsoleto, para otros muchos arquitectos esto no es así, A. Lacaton y P. Vasal en Francia, por ejemplo, reivindican aún la vigencia de muchos de sus principios, adaptándolo, claro está, a los tiempos actuales y corrigiendo sus errores.



lunes, 9 de marzo de 2009

ARQUITOPIAS

Bueno, hoy es el primer día, y la inexperiencia hace que dedique más tiempo a crear el blog que a llenarlo de contenido. Lo que sí quería contar es que llevaba mucho tiempo pensando en hacerlo y sin embargo, una visita al espectáculo UTOPÍA, de Leo Bassi, la semana pasada, me dió la idea definitiva por la cual he decidido hoy comenzarlo.
Sí, Leo, la gente no comienza a manifestarse al salir de tu teatro, el Alfil, pero a veces tu mensaje positivo toca fuerte y la gente se anima a intentar realizar esas pequeñas acciones que tanto demandas. Pequeñas acciones positivas que no se sabe cuando ni como, pero que seguro en algún momento servirán de mucho.
Y porque creo que desde mi campo, la arquitectura, se debe y se puede hacer mucho, a pesar de los intereses tan fuertes que se mueven, comienzo este blog, con el fin de resaltar las arquitopias que yo he ido encontrando por el camino y que han hecho o harán caminar hacia adelante a las ciudades y en definitiva al mundo.
Con toda mi ilusión y ganas, un saludo a todos.